Sánchez defiende que gobierna “para la mayoría y que no se inclina ante los poderosos” frente a un PP “capaz de todo”
En su intervención, que ha durado alrededor de una hora, Sánchez ha puesto en la diana al principal partido de la oposición. En especial, a dos de sus últimos tres líderes: Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo. A Pablo Casado, de hecho, le ha llegado a loar en cierta manera por haber marcado “una distancia nítida” con Vox, mientras el actual presidente del PP “se acerca”. “Hemos pasado de la colisión de Casado con Vox, a la colusión de Feijóo”, ha lanzado el presidente, que ha insistido en otra de sus estrategias que lleva tiempo desplegando: azuzar el miedo a la formación liderada por Santiago Abascal, con quien los ‘populares’ “pactarán si suman”.
Del Partido Popular y de Vox también ha criticado su afán por “pedir elecciones anticipadas” para “volver a hacer lo que hicieron en 2013”. Esto es, “congelar pensiones, becas, precarizar empleos y recortar, recortar y recortar el Estado del Bienestar”. “El programa de la ultraderecha es el mismo, pero con más fanfarria y con un plus de ensañamiento con mujeres, inmigrantes y homosexuales”, ha lanzado ante el plenario.

Todo ello, sin olvidar una reforma capital para Moncloa que el presidente pretende explotar hasta la extenuación: la reforma de las pensiones, recién aprobada en Consejo de Ministros. Para el presidente, “la modernización del sistema de pensiones es la clave de bóveda del Estado del Bienestar” y “refuerza el pacto entre generaciones”. Para finalizar su discurso, Sánchez ha dado por seguro que el PSOE ganará las elecciones municipales y autonómicas de mayo para “gobernar como gobierna el PSOE, para la gente”.