De ‘La pelota vasca’ a ‘Yoyes’: ETA y el cine, una historia llena de controversia
La controversia provocada a causa del anuncio del próximo estreno en el Festival de Cine de San Sebastián de ‘No me llame Ternera’, el documental de Jordi Évole que incluye una entrevista con el exdirigente de ETA Josu Ternera, no resulta especialmente sorprendente. A lo largo de su trayectoria, de hecho, el certamen se ha visto envuelto repetidas veces de polémica por exhibir películas centradas en el conflicto vasco.
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Una de las más sonadas tuvo lugar en 2003 antes de la presentación allí de ‘La pelota vasca, la piel contra la piedra’, documental de Julio Medem que ofrecía una visión panorámica del asunto a través de los testimonios de periodistas, políticos, rostros conocidos de la cultura del País Vasco y víctimas; sucedió también en 2008 a raíz de la presencia en la competición del festival de ‘Tiro en la cabeza’, de Jaime Rosales, que se inspiraba en el asesinato de dos guardias civiles en en diciembre de 2007 para retratar desde la distancia el día a día de un terrorista; y volvió a ocurrir cuatro años después a causa de ‘Ventanas al interior’, una colección de retratos de presos vascos que trataban de priorizar la dimensión humana por encima de la política.
En realidad, quizás de forma inevitable, buena parte de las docenas películas que a lo largo de las décadas han abordado el terrorismo de ETA y sus consecuencias políticas y sociales vieron la luz envueltas de ruido. Además de las arriba citadas, estas otras son algunas de las más relevantes.
‘Operación Ogro’ (1979), de Gillo Pontecorvo
‘El proceso de Burgos’ (1979), de Imanol Uribe
‘El pico’ (1983), de Eloy de la Iglesia
‘A ciegas’ (1997), de Daniel Calparsoro
‘Yoyes’ (2000), de Helena Taberna
‘Lobo’ (2004), de Miguel Courtois
‘Todos estamos invitados’ (2008), de Manuel Gutiérrez Aragón
‘Lasa y Zabala’ (2014), de Pablo Malo
‘Fe de etarras’ (2017), de Borja Cobeaga
‘Maixabel’ (2021), de Icíar Bollaín