Las 36 horas que desbloquearon el caos de la selección femenina: desde la disculpa de Víctor Francos a la fumata blanca al alba
A las cinco de la mañana, con el sol pidiendo paso, se abren las puertas. Hay fumata blanca: finalmente se quedan 21 de las 23 jugadoras convocadas. “Patri y Mapi estaban en una situación muy diferente al resto de compañeras, mucho más sensible, porque ellas ni jugaron el Mundial, por lo que anuncian que se marchan. Pero entre todas hay buen rollo”.
Lo que empezó con una disculpa termina en agradecimiento en ambas direcciones. Las jugadoras, satisfechas y cansadas a partes iguales, ponen rumbo a las habitaciones, pues toca entrenar en unas horas. El presidente del CSD duerme unas horas antes de regresar a Madrid a primera hora de la mañana. Y la Federación, comienza a redactar cartas de despido. El Tratado de Oliva ya es un hecho. Que la paz haya llegado… otro.